En Otoño, Formentera se disfruta de forma diferente.

Los largos días de sol se reducen, así como la temperatura, que progresivamente va bajando como antesala al invierno. Y las playas están en su mejor momento, mucho más tranquilas sin tantos turistas. Además, como no hace el calor sofocante de los días de verano, es una época estupenda para hacer senderismo en Formentera, perderse y descubrir lugares inescrutables.

Para ponérselo fácil al visitante están definidas 32 rutas verdes por toda la isla. Tienes más de 100 kilómetros de caminos entrelazados, para recorrerlos a pie o en bicicleta, y descubrir la Formentera más auténtica y salvaje.

De todas formas, no hace falta elegir una ruta en concreto y seguirla. Aunque no haya un sendero marcado, ¿por qué no ponerte a pasear hasta que no haya un camino por el que continuar?

Te propongo una ruta diferente para descubrir la Formentera más genuina, por la reserva natural de La Mola.

El paseo comienza en la zona más oriental de la playa de Es Migjorn, a la altura del hotel Riu La Mola. Deja ahí aparcado el coche o la moto y asegúrate de tener agua suficiente para una buena caminata.

Dirígete hacia Caló d’es Mort, una pequeña y preciosa cala de aguas turquesas, decorada con los típicos embarcaderos de los pescadores. A pesar de su reducido tamaño, en pleno verano es una de las más visitadas por su belleza y singularidad, pero en otoño está mucho más tranquila.

Siguiendo la ruta por la costa, te encontrarás con Es Ram, una preciosa cala rocosa de arena blanca perfecta para practicar snorkel. Al ser una de las playas menos conocidas de la isla, suele ser un paraíso al alcance de unos pocos.

Pasando Es Ram, la ruta continua durante algunos kilómetros por la costa, encontrándote con algunos embarcaderos, algunos muy curiosos en forma de cueva. Pero la ruta por la costa termina en un punto en aparecen rocas y el acantilado de La Mola, por lo que no es posible avanzar.

La vuelta hasta el coche es vez de realizarla por donde hemos venido, podemos hacerla por la montaña que queda detrás de la costa, volviendo hasta Es Ram por una de las Rutas Verdes que están delimitadas. La número 27. Un camino precioso.

Es una ruta de unas 4 horas, en la que descubrirás la belleza única de Formentera a través de sus aguas, su flora y su fauna.